jueves, 2 de marzo de 2017
SAN JOSÉ DEL MOGOTE, ETLA
San
José El Mogote está considerado como uno de los asentamientos mesoamericanos
más importantes del Valle de Etla en Oaxaca. Sus habitantes, descendientes de
los trabajadores de una antigua hacienda llamada El Mogote que provenían de
distintas localidades del valle, conservan sus tradiciones indígenas sin tener una
pertenencia étnica específica.
San José el Mogote: Se ubica al noroeste de la
Ciudad de Oaxaca, a 12 kilómetros (7.5 millas) por la Carretera Federal 190 con
destino a la Villa de Etla. Desviarse a la izquierda en el entronque a
Guadalupe y Soledad Etla, avanzar aproximadamente dos kilómetros (una milla) de
la carretera pavimentada y desviarse a la izquierda hasta la población. Tiempo
aproximado: Tiempo aproximado: [0:25]
San José Mogote ha existido durante más de
3,500 años. Posiblemente fue el primer pueblo que se fundó en la etapa de las
aldeas, y fue el más grande de esa época. Comprende terrenos de Guadalupe Etla,
toda la agencia de San José Mogote y terrenos de San Sebastián Etla. Aquí, por
primera vez, se definieron las culturas antecesoras de la famosa ciudad de
Monte Albán. Durante el apogeo de este centro, San José Mogote sirvió como la
cabecera del Valle de Etla. También tenía su palacio, sus templos y su juego de
pelota. Se abandonó alrededor de 400 años antes de Cristo. Poco antes de la llegada
de los españoles fue ocupado nuevamente, como un pequeño poblado campesino.
Se presume que los fundadores de Monte Albán
fueron también habitantes de San José Mogote. Las inscripciones halladas en el
sitio documentan una de las formas más antiguas de escritura de Mesoamérica,
datata alrededor del año 500 antes de la era común.
Los restos arqueológicos muestran que la
ciudad estuvo habitada por al menos 1000 años. La población entró en declive
hacia final del Preclásico Medio, al mismo tiempo que Monte Albán tomaba la
hegemonía en los Valles Centrales de Oaxaca. Finalmente fue abandonada hacia el
final del Preclásico Tardío.LAS CUEVAS DE YAGUL Y MITLA, PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD
En
agosto del 2010 las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla,en el estado de
Oaxaca, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (por sus
siglas en inglés United Nations Educational, Scientific and Cultural
Organization), hecho que fue oficializado en su develación de placas el pasado
miércoles 27 de abril del 2011 por parte de las autoridades del organismo
internacional.
Y es que no es para menos pues las Cuevas
Prehistóricas de Yagul y Mitla, distribuidas en un área de 5 mil hectáreas,
suman hasta ahora un total de 115 donde se muestran los testimonios de
civilización más antiguos de toda América, y que datan del año 8000 a.C.
Semillas de calabaza, con más de 10 mil años de antigüedad, son prueba de las
primeras plantas domesticadas en el continente; semillas de frijol y maíz del
6000 y 4200 a.C. respectivamente; pinturas rupestres, instrumentos elaborados
en piedra y varios tipos de proyectiles, fueron encontrados en varias de estas
cuevas-habitación, dos de ellas evidencia de la transición de la vida nómada a
la sedentaria.
Expertos en el tema argumentan que las Cuevas
Prehistóricas de Yagul y Mitla fungieron como una especie de refugios para
grupos de cazadores-recolectores hace más de 10 mil años, así como también lo
fueron para varios carrancistas durante la Revolucion Mexicana.
miércoles, 1 de marzo de 2017
YAGUL EN EL CORAZÓN DEL VALLE DE TLACOLULA
Valle
de Tlacolula es una “casa antigua” del hombre en la tierra. Se supone que el
hombre prehistórico habitó este valle en virtud de que existían condiciones más
favorables, como fueron las cuevas que se encuentran cerca de Yagul y el
extinto lago en el centro del valle.
investigadores suponen que estos primeros
asentamientos humanos datan entre 16 y 11 mil años antes de Cristo. Actualmente
se pueden ver desde la carretera, en la desviación a la zona arqueológica de
Yagul, a mano derecha sobre unas peñas, unas pinturas rupestres testimonio de
aquellos tiempos.
Este valle milenario forma parte del sistema
de los llamados “Valles Centrales” del Estado. De esta manera con los valles de
Oaxaca, Etla, Zimatlán y Miahuatlán, el Valle de Tlacolula está rodeado por los
dos grandes sistemas montañosos del país, que se unen en el estado de Oaxaca,
para formar el llamado “nudo mixteco”.
Es
justamente aquí dónde Los Viejos Abuelos construyeron uno de los Centros de
Conocimiento más extraordinarios de Oaxaca. Yagul no compite con la
majestuosidad de Monte Alban y el “barroco anahuaca” de Mitla. Yagul tiene un
sutil encanto que lo hace único en los Valles de Oaxaca.
Yagul
es un sitio ancestral de poder por su relación energética con la Tierra.
Existen vestigios de la ocupación de la zona desde la época prehistórica y
propiamente la zona arqueológica se calcula su construcción aproximadamente en
el año 500 de la era, poco antes del colapso del Cem Anáhuac y por supuesto de
Monte Alban (850).
LA MONTAÑA SAGRADA DEL JAGUAR. DAANY BEÉDXE
Quiere
decir, “La Montaña Sagrada” o Daany Beédxe como “La Montaña del Jaguar”, es sin
lugar a dudas uno de los principales proyectos constructivos del Cem Anáhuac,
además por su dimensión, de los más antiguos e importantes. En efecto, “La
Sagrada Montaña del Jaguar” se empezó a construir aproximadamente en el año 500
a.C., con la participación de todos los pueblos que ahora llamamos oaxaqueños.
“La
Sagrada Montaña del Jaguar” pertenece a todos los oaxaqueños de ayer y de hoy.
Se construyó como se ha construido y se sigue construyendo las grandes obras
del “bien común”, a través de la solidaridad, el trabajo comunitario y la
organización comunitaria.
“Daany
Beédxe” tampoco pudo ser una fortaleza militar, porque en el Periodo Clásico no
existieron las guerras, aunque en el Período Postclásico, cuando los Venerables
Maestros tenían muchos siglos de haber destruido, cubierto de tierra y
abandonado este recinto “sagrado-energético”, los pueblos huérfanos de los
grandes maestros y sabios guías, en períodos de guerra, utilizaron sus
abandonadas ruinas como fortificaciones militares.
Y a
pesar de que actualmente Monte Alban está sembrado de tumbas, nuca se construyó
este monumento al espíritu humano como panteón, aunque después del abandono,
los hombres comunes se quisieron enterrar ahí para tratar de emular a los
luminosos Guerreros de la Muerte Florecida.
La
“Luz Florecida” que nos baña y nos purifica en este pequeño valle, oasis
geológico en medio de un mar de montañas, permite no sólo que las milenarias
piedras del recinto sagrado se conviertan en “flores pétreas” llenas de vida,
consciencia y sabiduría, sino que el adormilado, el embrutecido espíritu humano
empiece a despertar.viernes, 24 de febrero de 2017
ATZOMPA LA NUEVA ZONA ARQUEOLÓGICA
El
18 de septiembre de 2012 fue inaugurado y abierto al público el Conjunto
Monumental de Atzompa, ubicado en la cumbre del cerro El Bonete. Desde 1936 se
tenía noticia del sitio gracias a las primeras exploraciones realizadas por el
arqueólogo Jorge R. Acosta, miembro del equipo de Alfonso Caso durante el
Proyecto Monte Albán. Fue en el 2007 cuando el Instituto Nacional de
Antropología e Historia comenzó la investigación formal.
Se determinó que el sitio era un asentamiento
de al menos dos importantes familias zapotecas de Monte Albán. Fue habitado
desde el 250 hasta el 900 d. C., siendo el periodo de máximo esplendor entre el
500 y el 800 d. C. Por un horno de cerámica hallado en las inmediaciones de la
Casa de los Altares, y por los restos arqueológicos encontrados, se infiere que
la alfarería atzompeña data desde esas fechas precolombinas hasta la
actualidad.
El
conjunto monumental de Atzompa, posiblemente fundado en el año 650 y abandonado
en el 850, exhibe un núcleo dividido en cuatro terrazas principales. Dentro de
la zona se han localizado y documentado 438 terrazas habitacionales, 30
montículos, 13 plazas, un adoratorio, y 3 juegos de pelota, uno de los cuales
mide 45 m de largo por 22 m de ancho. Sus 2 palacios, la Casa Oriente y la Casa
de los Altares, sus 8 unidades habitacionales y sectores de cantera de roca
para la construcción del sitio, convierten este conjunto en el segundo más
grande de los Valles Centrales.
El
descubrimiento de un horno para cerámica y un complejo funerario zapoteco
compuesto por tres cámaras mortuorias, también reveló importantes aspectos de
la vida íntima de sus habitantes. Una de estas recamaras se encuentra
bellamente decorada con pinturas murales relacionadas con el juego de pelota.
En el interior de las tumbas, además de valiosas ofrendas, urnas y vasijas, se
hallaron los restos de un alto personaje.
EL TESORO DE LA TUMBA SIETE DE MONTE ALBÁN
Es una construcción funeraria
de Monte Albán, zona arqueológica localizada en la cima de un cerro que domina
los Valles Centrales de Oaxaca (Oaxaca, México). Se trata de un enterramiento
célebre porque en su interior se encontró la mayor cantidad de objetos
mesoamericanos hasta la fecha. Aunque Monte Albán fue una ciudad fundada por
los zapotecos, fue abandonada por este pueblo hacia el siglo IX de nuestra era,
y reutilizado más tarde, como cementerio de las élites mixteco-zapotecas que
dominaron Los Valles durante el Posclásico Temprano.
La Tumba 7 fue descubierta por
Alfonso Caso Andrade el 9 de enero de 1932. Aunque los zapotecos eran conocidos
por sus costumbres funerarias que incluían el enterramiento de importantes
personajes acompañados de ricas ofrendas de cerámica y objetos preciosos, el
repertorio de objetos hallados por Caso en Monte Albán era de índole distinta.
Numerosos eran los objetos de oro que se encontraron en el lugar, incluido
algunos famosos pectorales de oro trabajados en técnica de filigrana, que son
también piezas muy conocidas de la orfebrería mesoamericana precolombina. Entre
estos se encuentran los pectorales del Dios de la Muerte y del Dios del Sol.
El estilo de estos objetos y
otros asociados —cráneos esculpidos en cristal de roca, tallas en hueso,
máscaras de turquesa, cerámica— era bastante distinto de las características de
los objetos zapotecos. Muy tempranamente Caso y sus colaboradores —entre los
que se encontraban Jorge Ruffier Acosta e Ignacio Bernal y García Pimentel—
asociaron los descubrimientos de la Tumba 7 a la cultura mixteca, en contra de
las hipótesis adelantadas fuera de México, según las cuales, los objetos que
formaban parte de la ofrenda tenían una influencia maya primitiva.
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